martes, 22 de noviembre de 2011

Autores de teatro en la antigua Grecia 



Esquilo nació en Eleusis el año 525. Fue Soldado y poeta.

De él se ha dicho que su lenguaje poético es inimitable, y su estilo uno de los más vigorosos que se han conocido. Murió en Gela, cerca de Sicilia, el año 456. De las setenta u ochenta comedias que escribió, apenas quedan hoy siete conocidas:

Los persas, Las suplicantes, Los siete contra Teabas, Prometeo encadenado, Agamenón, Las coéforas, Las euménides.

"Es una especie de enfermedad natural de los poderosos no poder fiarse de los amigos."


Sófocles, nació en Colona, cerca de Atenas el año 496. Primero fue sacerdote y el año 468 se reveló como autor dramático al serle premiada su trilogía Triptolemo.
Dotado de un espíritu renovador y revolucionario, su aportación dramática significó un avance definitivo para el teatro griego. Suprimió las enormes y ampulosas tiradas de versos; aumentó el número de actores y dio a sus personajes cierta humanidad.

Edipo Rey, Edipo en Colona, Ayax, Antígona, Electra, Filoctetes, Las traquinias.
Sus obras han sido vertidas a varios idiomas y se siguen representando en todo el mundo.

"Acostada en medio de la desdicha, el alma ve mucho."


Eurípídes nació en Salamina, el año 480. Fue pintor, orador, filósofo, poeta y dramaturgo. Sus principales obras son:
Ifigenia en Aulis, Ifigenia en Táurida, Hipólito coronado, Alcestes y Las troyanas.

Poética y literariamente quizá sea inferior a Esquilo y Sófocles, pero teatralmente fue superior a ellos.

"A los muertos no les importa cómo son sus funerales. Las exequias suntuosas sirven para satisfacer la vanidad de los vivos."

martes, 8 de noviembre de 2011

Orígenes del teatro

          El teatro nace en Grecia, pero antes de su nacimiento ya existían manifestaciones teatrales en el mundo: los bailes, las danzas, que constituyen las más remotas formas del arte escénico.
Estas primeras manifestaciones dramáticas son las prehistóricas danzas mímicas que ejecutaban los magos de las tribus, acompañándose de música y de masas corales en sus conjuros con objeto de ahuyentar los espíritus malignos, y otras pantomimas y mascaradas, así como las danzas córicas en honor de Dionisos, renovación del culto de Príapo, que se celebraba al pie de la Acrópolis de Atenas.


Estos festivales fueron luego modificándose, y se introdujeron, en lugar del ya anacrónico mito, héroes y reyes, primera piedra del arte escénico, colocada casi simultáneamente por Tespis, por Epigenes y por Arión.

Con anterioridad a Tespis, el teatro se reducía a un corifeo que narraba las aventuras de un héroe o de un dios y un coro que le acompañaba y le interrumpía de vez en cuando con preguntas y con exclamaciones de júbilo o de dolor. Tespis imaginó representar al héroe, encarnarlo. 


Primero hubo un solo actor –corifeo-, y sólo necesitaba una mesa junto al altar de Dionisos para dialogar con los chorentae, mesa o carro que se colocaba en el centro de la orchestra. Cuando, aumentan los actores la mesa se convierte en plataforma, y al fin la importancia de la representación requiere ya una habitación o barraca donde los actores se disfrazan. También entonces se levantan gradas de madera para el público, ya que éste aumenta cada vez más y ya no puede situarse en filas, de pie, alrededor del altar (thymele).
Parece ser que un día, representándose obras de Esquilo y Pratinas, se hundieron las gradas. Ante el temor de que pudiera repetirse la catástrofe, se acordó construir, con planos de Anaxágoras y Demócrates, un teatro con graderío de piedra.
Vitrubio, en su libro V, describe las tres partes principales del teatro griego: el muditorio, la orchestra y la barraca o scena.

Las localidades estaban colocadas en semicírculo, apoyadas sobre la pendiente rocosa de la Acrópolis. Al final del graderío existía una columnata y detrás continuaban los asientos. En el centro de la orchestra estaba el altar de Dionisos. A su alrededor danzaba el coro.
La scena estaba enmarcada por tres muros. Uno de frente y otro a cada lado. El muro del centro solía adornarse con columnas, estatuas y frisos. Tenía tres puertas. Por la central, de mayor tamaño, entraban los dioses y los héroes. Las otras dos eran para los personajes secundarios. En los muros laterales había también sendas puertas.
El teatro de Dionisos, cuyo emplazamiento se ha
bía perdido por completo con el tiempo, fue descubierto en el año 1765 por el investigador R.Chandler, prosiguiendo luego las excavaciones J. H. Strack en 1862 y Dorpfeld en 1886.




En la época de Sófocles ya existía el telón: una cortina doble que se desplegaba hacia los lados. Los decorados -invención de Agatardo- estaban colocados a guisa de forrillos, tras las puertas de enfrente.
Entonces había tres géneros teatrales: tragedia, comedia y sátira. Se suponía que la tragedia ocurría en templos o en palacios; la comedia, en interiores, en calles, en plazuelas, en mesones; y la sátira, en grutas o arboledas.
En el teatro de Atenas cabían 17,000 espectadores, en el de Dfero, 30,000 y alrededor de las 35,000 personas en el de Megalópolis.
Las primeras tragedias griegas ensalzaban las virtudes de los dioses. Esquilo (525-456), Sófocles (496-406) y Eurípides (480-406) se inspiraron para sus concepciones en los poemas homéricos, primer cantor de dioses, semidioses y héroes. En la comedia griega se puede considerar tres etapas: antigua, media y nueva.
Sófocles y Eurípides 
El público griego gozaba también con el espectáculo de pantomimas y con el "drama satírico", género bufo, cuyos personajes principales y obligados tenían que ser satiricos y faunos. 

Las representaciones empezaban muy temprano, poco después de la salida del sol. El precio de las localidades, el teorikón, era de dos óbolos. Los que pagaban para el sostenimiento del teatro se llamaban coregas, eran elegidos por los arcontes y tenían que mantener a los individuos necesarios para componer el coro. 

En un principio, el autor y el actor eran una misma persona. Esquilo elevó a dos el número de actores que intervenían en la representación dramática. En la época de Sófocles eran tres ya los actores, e incluso más, ya que a veces sucedía que en alguna representación se precisaban más intérpretes.